Las cuatro glaciaciones en América.
Las cuatro glaciaciones en América reciben los
nombres de: Nebraska, Kansas, Illinois y Wisconsin; parece seguro que durante
esta última fue quedando libre, en un periodo intermedio de esta glaciación,
una franja de tierra en Alaska, a través de Bering, lo que facilitaba la
comunicación con Asia, a través de esta franja por el río Yukón y las Montañas
Rocosas; parece probable que el hombre primitivo haya transitado por ahí al
nuevo continente.
La península
asiática y la de Alaska se encuentran separadas por el estrecho de Bering, pero
esta separación es menor de 100 kilómetros y apenas alcanza una profundidad
próxima a los 60 metros. Hay en el mismo estrecho una cadena de islas que son
tres y corresponden a las Diomedes, lo que permite más fácilmente la
comunicación.
Esta hipótesis
fue sostenida por A. Hrdlicka, estadounidense que desechó las ideas de Morton y
Puchet que pensaban en la aparición simultánea o sucesiva de los hombres en
distintas partes del mundo, lo que explica las migraciones pero complica la
comprensión de la raza humana, de suyo idéntica a sí misma, en la que se supone
el cruzamiento siempre es posible y fecundo; y además esta doctrina no parece
tener base científica.
El mismo Hrdlicka afirmó en uno de sus viajes,
que en una canoa era posible para cualquier hombre atravesar el estrecho que
siempre ha unido más que separado los dos continentes y aún se sigue realizando
la travesía; incluso según don Pablo Martínez del Río, hubo etapas en las
cuales el estrecho desapareció dejando un paso terrestre que pudo ser cruzado a
pie por el hombre primitivo, al bajar los niveles de los océanos en más de 100
metros.
Origen asiático y oceánico del hombre Americano.
Procedente de
Asia y Oceanía, la inmigración no se realizó en una sola etapa sino en oleadas
sucesivas hacia América, es decir, unos 15 000 años a.C. ya estaban los
hombres en el nuevo continente. Antiguamente no se le daba al hombre americano
más de 10 a 15 mil años de antigüedad, pero los antropólogos actuales tienden a
rectificarse, tal es la doctrina de Paul Rivet.
Se cree que el hombre llegó a América proveniente de Asia, por el estrecho de Bering.
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Tipos de cráneos humanos en América.
Hay restos dolicocéfalos del Brasil que
corresponden a la Patagonia en esta primera etapa de emigrantes; hay también el
tipo mongoloide braquicéfalo, de pequeña estatura que fue el más común; tal vez
el grupo que permaneció en el norte y corresponde a braquicéfalos de elevada
estatura, deben ser considerados dentro de una tercera oleada migratoria;
además existe un cuarto grupo de los esquimales completamente mongoloide, de
pómulos salientes, ojos y cabello oscuros, rostro amarillento o cobrizo y
formas especiales de dientes. Por lo general, hay 16 grupos, que corresponden
quizás a ese número de migraciones. Existen semejanzas con los pueblos del
Océano Pacífico, aun cuando hay autores que encuentran difícil la emigración a
través del Océano Pacífico, aunque la navegación de la Kontiki parece
contradecirlos.
Los tres grupos
que originalmente venían siguiendo las manadas de caza, continúan aún hoy día
manteniéndose de las tres actividades primitivas de caza, pesca y recolección.
Otras tribus
descubrieron la agricultura, pero parece probable que este descubrimiento fue
independiente del europeo-asiático y aquí aprendió el hombre primitivo a
cultivar la mandioca, la batata y el maíz.
La teoría del autoctonismo del hombre Americano.
Sólo ha sido sostenida por Ameghino, de origen argentino, que incluso pretendió demostrar la existencia del hombre en el nuevo continente desde la época terciaria, pero ninguno de los restos encontrados a la fecha parecen probar esta doctrina que por tanto ha sido desechada. Los antropólogos actuales se inclinan más a la idea de que la cuna de la humanidad se encuentra en el continente asiático, posiblemente en Mesopotamia.
El hombre fósil en América.
Los restos humanos encontrados en América no alcanzan la antigüedad de los estudiados en el Viejo Continente, sin embargo, la fauna extinguida hace pensar en la posibilidad de que podrían encontrarse en el futuro culturas contemporáneas a las anteriores, es decir, desde la etapa Paleolítica europea.
El mastodonte de Ecuador, descubierto al lado de restos de cerámica hace pensar en el Neolítico próximo.
Los restos del hombre de Confins en Brasil, con una cabeza de caballo fosilizada y además un fósil de mastodonte, parece comprobar la misma teoría.